“Durante muchos años pude compartir la experiencia de ser miembro, como voluntaria, de “El Submarí” en su refuerzo escolar y educativo. Fueron unos años de poder compartir tardes llenas de actividad, a veces con “escapadas” al patio para dejar correr la energía poco canalizada y poder continuar la tarde.
Por qué formar parte de este proyecto? Mi respuesta es clara: es un proceso de acompañamiento con los jóvenes y niños que te permite aprender cada día. Acompañamiento que tiene que ser coherente y continuado en el tiempo. Es un compromiso.
A veces, al finalizar la tarde, cierto desaliento se hacía presente y te preguntabas cómo conseguir llegar al joven y al niño, puesto que algunos ciertamente tienen un blindaje prácticamente perfecto. También la respuesta es clara, que no fácil, creando alianzas de amor con ellos y por supuesto con el apoyo del equipo profesional. Llegar a la conexión que te permita entender qué piensan y que están sintiendo, fortaleciendo el vínculo desde el amor, para poder mirar con esperanza el futuro.
Y esta esperanza te lleva día a día a querer estar más involucrado con el proyecto, por qué es necesario, por qué todo el mundo de una manera u otra hemos sido acompañados en nuestro proceso de vida y ahora es el momento de tu compromiso, de devolver el que nosotros mismos hemos recibido tiempos atrás. Así que si estás valorando formar parte de este proyecto, ya has empezado el camino de decir Sí! Sí al compromiso. Sí desde tu realidad. Sí al “Submarí”!
La sorpresa vendrá con el paso de los días, cuando te darás cuenta de que formar parte de este proyecto es un regalo que hoy está en tus manos”.