«Como profesional he encontrado la oportunidad de conocer a otros que, como yo, se esfuerzan a diario para llevar a cabo un proyecto de mejora social, ofreciendo las herramientas adecuadas a los niños y niñas y dentro de un barrio del que somos y nos sentimos parte.
Sabemos, pues, que tenemos la maravillosa tarea de tomar parte activa dentro de la ineludible misión de mejorar la sociedad. Una sociedad errante y herida. Y para hacerlo, nada mejor que empezar desde bajo, desde el peldaño más primitivo y en la hora esencial: la educación de los niños.
Solo con una educación erigida sobre valores como la solidaridad, la igualdad y la libertad conseguiremos nuestro propósito: construir entre todos y todas una sociedad mejor, crítica, concienciada y justa. Es un privilegio disponer de la oportunidad de ver crecer sueños y sonrisas día detrás día».