“Yo buscaba poder colaborar con una asociación con impacto real sobre las personas. Lo que encontré en mi investigación es que en muchas ocasiones el voluntariado se hace desde posiciones demasiado alejadas de los receptores. En el “Submarí”, en cambio, he encontrado un lugar de mi barrio donde el contacto es directo con los jóvenes y los resultados son tangibles y medibles día a día. Lo que más me gusta es pensar que los jóvenes que vienen al “Vols un cop de mà?” lo hacen voluntariamente, esto es una gran motivación para los voluntarios que van a dar clases de refuerzo!”.